UN BICENTENARIO RENGO Y TUERTO

Con el historiador Guillermo Vázquez Franco
Fernando Errandonea (El País/El Cultural)

Escribió Emilio Frugoni: "suele no contentarse a nadie cuando se dice estrictamente la verdad, a menudo decirla es la mejor forma de quedarse solo". Ésta es la historia de Guillermo Vázquez Franco: la soledad de una voz disidente, que dice su verdad al margen y en contra de las unanimidades.

De procedencia humilde, comienza a trabajar en la Contaduría General de la Nación a los doce años. Simultáneamente, cursa estudios secundarios y de preparatorios en el Liceo e Instituto Nocturno; el estudio era la condición para mantener su empleo. Posteriormente, dicta clases de Historia Americana y Nacional en el Instituto Nocturno (futuro Instituto Vázquez Acevedo), el Instituto de Profesores Artigas, la Escuela de Servicio Social de la Universidad de la República y la Universidad Católica del Uruguay. En el año 1985 Vázquez Franco fue restituido como docente del cargo que le quitara la dictadura, y en el año 1987 fue premiado por su libro Tierra y derecho en la rebelión oriental, sobre el Reglamento de Tierras de 1815. Este hombre de 87 años tiene una velocidad al pensar y al decir propia de alguien de 40.

Resolviendo problemas

-El Centenario de 1930 estuvo pautado por la polémica entre colorados y blancos sobre el 18 de julio de 1830 y el 25 de agosto de 1825. El Bicentenario, en cambio, se apoya en 1811 y por lo tanto en la figura de Artigas.

-El primer Centenario tenía que resolver un problema que no está planteado ahora. Tenía que laudar sobre si los 100 años comenzaban a contarse a partir de 1825, con motivo del desembarco de los "33 orientales", o si era con la jura de la Constitución en 1830. Tenía que resolver eso, que tenía un fuerte tinte político.

-Colorados y blancos.

-Colorados y blancos. Porque los 33 son blancos. Tan blancos son que todos los 33 fueron blancos menos uno, que fue Freire, único colorado. Y tan colorado es el 18 de julio de 1830 que el primer presidente constitucional fue Fructuoso Rivera. De manera que en esa pugna el tiempo fue corriendo y entonces no se laudó cuál era el Centenario. Se llegó así al año 30 con Estadio Centenario y Campeonato del Mundo. Pero esa alternativa, esa pugna, no la tenemos ahora, con motivo del Bicentenario.

-Porque no están ni los blancos ni los colorados en el gobierno.

-¿Le parece que el Frente Amplio no es una cosa a partir de los dos?

-Me parece que no. Una tercera orilla.

-Está bien, no vamos a resolverlo. Entonces se nos viene el recuerdo del año 1811, porque le asaltó al gobierno la preocupación de tener un Bicentenario porque en Argentina lo hubo. Y como en Argentina hubo Bicentenario, nosotros, que somos "distintos" porque somos otra cosa, tenemos que tener el bicentenario propio. De ahí viene buscar cuándo. En Argentina está clarísimo que es el 25 de mayo de 1810 el punto de partida. Está cantado. Está cantado para nosotros también. Los orientales somos al 25 de mayo lo que cualquier otro argentino es a esa fecha. Pero interfiere o intercede la Convención Preliminar de Paz, que es el gran factor que distorsiona. Este gran factor distorsionante también estuvo presente en 1910, en 1911, en 1925 y en 1930. Estuvo presente pero nadie habla de ella, es la gran silente. Pero me animo a decir que por el Bicentenario de 2030 se va a pasar de largo.

-¿Por qué? ¿Por vergüenza de haber nacido de una Declaratoria del Emperador del Brasil?

-Claro, porque es un Bicentenario vergonzante y además porque está sucumbido. No creo que nadie reflote, por lo menos oficialmente, el Bicentenario de la Convención. Dentro de cinco años vamos a tener que festejar la Declaratoria de la Independencia, que fue el 9 de julio de 1916 en Tucumán. Ahí los argentinos nos declaramos independientes de España. Hasta ese momento no lo habíamos sido. Más aún, Artigas durante el primer período de lucha actúa como un funcionario español. La batalla de Las Piedras la libra como capitán del ejército español contra otro ejército español. Es una especie de guerra interna o guerra civil. Pero funciona como militar español. Más, cuando Artigas manda levantar el padrón del Éxodo y manda a empadronar a quienes van en la caravana, la primera foja del padrón está encabezada por un papel membretado que dice "Carolus IV: Rexis Spanorium Dei Gratia". O sea, Carlos IV: Rey de España por la Gracia de Dios. Ese es el membrete que luce la primera foja del padrón del Éxodo, porque todavía es un funcionario español.

-Habría un problema histórico más allá de las tendencias separatistas.

-Sí, porque cuando realmente se plantea la independencia por parte de Artigas es en el año 1813, con las Instrucciones. Allí se produce la inflexión o el desprendimiento. Ya en el Congreso de abril, el Congreso de Tres Cruces, abril del año 13, ya reclaman la independencia respecto de España. Cuándo se produce realmente el desprendimiento no lo sé, no lo encuentro.

-Por lo tanto éste es un Bicentenario...

-Rengo. Rengo y tuerto.

LA BASE: EL ÉXODO.

-Usted ya en parte lo dijo, ¿pero qué tiene este Bicentenario que no tuvo el Centenario, más allá de la coloración político-partidaria?

-Yo creo que la diferencia radica en la autenticidad. Pienso que el Centenario fue más auténtico porque había algo a lo que referirse. El 1825 y el 1830 fueron dos fechas cruciales. En cambio ahora estamos tras la búsqueda de algo que pueda servir y que pueda ser crucial. No sabemos si es el Grito de Asencio, que si existió, no tuvo mucha importancia. No sabemos si fue el Congreso de abril. Y entonces nos agarramos del Éxodo, que es en octubre, en parte porque para conmemorar el Bicentenario en abril no había mucho tiempo. En cambio para octubre sí había tiempo para armar la parafernalia.

-Pero se supone que el "éxodo" fue el que comenzó a generar un conjunto de solidaridades y el núcleo básico de lo que llaman "factores nacionalizantes". Esto es en parte una ficción historiográfica, pero es lo que queda planteado por parte de quienes se han referido al Éxodo.

-En esta vida no se conforma el que no quiere. De manera que esto que usted dice sirve. En el Éxodo no hay nada de nación. Es un movimiento tumultuario absurdo. Se despobló la Banda Oriental. Fíjese que en el Éxodo se va la mitad de la población de la Banda. Yo no estuve ahí pero tuvo que haber creado un problema demográfico muy grave. Que la mitad de la población abandone un territorio es algo de mucha entidad. Fue un problema para Entre Ríos, que de golpe y porrazo recibe 15.000 tipos ahí adentro, que tiene que alimentar, que tiene que darles agua, que tiene que tener pastos para los caballos, que tiene que tener leña para la población. Y se le forma un conglomerado de población absolutamente improductivo. Además, el Éxodo depredó la Provincia. Descompuso el tejido social. Esa Provincia Oriental tenía una forma de economía. Había una cierta producción en condiciones especialísimas pero producción al fin. Y se disloca totalmente la Provincia Oriental, que es lo que Artigas reconoce en el Discurso cuando dice "si queréis volver a ver crecer las aguas del Uruguay con el llanto de vuestras esposas (...) el destrozo y exterminio de vuestras haciendas". Esto se lo dice a sus escuchas, que eran grandes estancieros. Ahí no hay gauchos, porque a los gauchos no les destrozaron ninguna hacienda porque no tenían. El gaucho contaba con la hamaca que tenía más a tiro de lazo y marchaba para adelante. Entonces se destrozaron las haciendas. Las haciendas del padre de Artigas quedaron destrozadas, entre otras muchas. Entonces los hacendados ven dislocada su estructura económica. Es decir, el Éxodo fue un disparate. Una exorbitancia. Además no tuvo ningún sentido, porque con el Éxodo no pasó nada. Se va a superar la diferencia que se tenía con los españoles pero no por el Éxodo sino porque interviene Stranford, el ministro inglés, que va a ser el que va a resolver la cosa. Con Éxodo o sin Éxodo las cosas hubieran pasado igual… Y encontrar en el Éxodo los orígenes de la nacionalidad oriental…

-¿Es hacer ficción?

-Totalmente. Es hacer retórica. Y como es retórica, todo vale. Depende del vuelo de la imaginación de cada ensayista. Hay mucho de mitología y algo, poco, de historiografía.

-Hay historiadores que han planteado sin atenuantes que en el Éxodo está el origen de la nacionalidad oriental…

-¡Claro que sí! Narancio, Pivel Devoto, Alfredo Castellanos, Ariosto Fernández... Y Clemente Fregeiro, que es el que inventa lo de El Éxodo. ¡Claro que sí! Porque el que le pone nombre propio es Fregeiro en 1885, cuando los Anales del Ateneo le publican "Artigas. -Estudio histórico- El Éxodo del Pueblo Oriental". Prendió inmediatamente lo de Éxodo.

-¿En referencia a Moisés?

-¡¿Pero que le parece?! Naturalmente, Moisés es Artigas. Y somos otro pueblo elegido. Y todos estos lo hacen para auto-conformarse, porque la Convención Preliminar de Paz le crea a los uruguayos la necesidad de tener algo, algún pincel de donde agarrarse. Entonces buscan desesperadamente e inventan por ejemplo la lucha de puertos, otro cuento chino.

-¿Pero no hubo y no hay lucha de puertos?

-Pero si por cada lucha de puertos se van a crear dos países independientes… En ese sentido, Italia tendría que tener varios países porque Génova se peleó con Florencia y con Venecia. Lucha de puertos hay donde hay dos o más puertos. Luchan por un mercado, eso es lógico. Entonces acá se hace de la lucha de puertos un mundo. En vez de lucha de puertos tendría que ser lucha de aduanas. Pero a partir de ahí la lucha de puertos se exagera notoria y notablemente para que pueda servir de sustento de la Convención Preliminar de Paz. El otro cuento chino que se pone a marchar es el sentido autonomista de los orientales.

UNITARISMO ORIENTAL.

-Esto Real de Azúa ya lo impugna en su libro póstumo (y no titulado por él) Sobre los orígenes de la nacionalidad uruguaya.

-Real de Azúa lo impugna pero muere con él. La idea autonomista sigue marchando. Si usted en cambio revisa el panorama político en Montevideo, se da cuenta que son todos unitarios, ninguno es autonomista. Este Obelisco que tenemos es en memoria de constituyentes unitarios. Y revíselos: Joaquín Suárez, Gabriel Pereira, Francisco Giró, Lorenzo Justiniano Pérez, Luis Eduardo Pérez, Massini, Chucarro, Santiago Vázquez, José Ellauri, Jaime Zudáñez… Son todos unitarios. ¿De dónde se saca que los orientales no son unitarios? ¿O es que estos que yo cité no son orientales? Porque no vale reservar la palabra "oriental" sólo para los que son federales. Eso es un orientalismo medio hemipléjico, le sacaron la otra parte. ¿Quiénes son los federales? Los federales son los caudillos. Es federal naturalmente Artigas, es federal Lavalleja, torpemente federal pero federal al fin. En cierta medida lo es Rivera aunque con Rivera no se puede contar mucho porque es un tipo que so pretexto del pragmatismo, hace lo que le venga al ruedo. Rivera si con algo está distanciado es con la lealtad. Se alía con los unitarios, pelea junto a Lavalle. Pancho Ramírez en Entre Ríos es federal y también lo son Estanislao López y Bustos. Los caudillos son los federales porque el federalismo a los caudillos les daba sus espacios. Ésa es la solución del federalismo: asegurarse sus espacios territoriales. Todo este movimiento es una lucha por espacios. Y Buenos Aires también lucha por los espacios, por los espacios de su oligarquía. Yo encontré una palabra más apropiada…

-Sí, kakistocracia.

-Kakistocracia, el gobierno de los peores.

-Según los griegos.

-Antónimo y antinomia de "aristocracia", que es el gobierno de los mejores. Todos quisiéramos que nos gobernaran los mejores, pero no, nos han gobernado los kakistócratas. Tanto es así que desmembraron la patria. La Convención Preliminar de Paz es una operación de inteligencia anglo-brasileña. Ponsonby se lleva las palmas pero ahí está la mano de…

-La diplomacia brasileña.

-…que funcionó muy bien. Porque la Convención Preliminar de Paz es lo que divide las aguas. No porque se cree una nación, entre otras razones porque las naciones no se crean automáticamente en un abrir y cerrar de ojos. La nación es un fenómeno moderno. El Egipto, el mundo antiguo, el mundo precolombino, no tuvieron naciones ni nacionalismos. Fueron teocracias. La Edad Media no conoció el nacionalismo, se refugia en el cristianismo. Por eso es que a España puede entrar de rey un Juan de los Palotes como Felipe el Hermoso, que era un Habsburgo. Todavía no hay sentido de lo español, como no hay todavía sentido de nada. Los nacionalismos son fenómenos muy modernos. Hay que pensar en fines del siglo XVII, XVIII. Un autor que en este momento no recuerdo dice que el cumpleaños del nacionalismo es con la Revolución Francesa. Yo lo veo sujeto a verificación porque la Revolución Francesa y los franceses son de vestirse con las plumas del grajo, de atribuirse méritos que en particular no son tan propios como ellos dicen que son. Yo veo más bien la fuente del nacionalismo en la revolución de las colonias inglesas, que me parece un fenómeno propiamente moderno. La modernidad comienza con la revolución de las colonias inglesas. Y también el nacionalismo, el constitucionalismo, el republicanismo...

-El federalismo.

-Y el federalismo. Esas son instituciones que comienzan a configurarse a partir del alzamiento de las colonias inglesas contra la metrópoli. Mucho más que la Revolución Francesa. La Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano… Si usted le saca el forro, la carátula es la Declaración de la Independencia norteamericana, redactada por Jefferson. Hay quien dice que Sieyès, que fue el redactor de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, lo hizo con la Declaración de la Independencia a la vista. Es realmente muy llamativo que diez años después de la Declaración de la Independencia, surja el texto de la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano… Entonces el nacionalismo es un fenómeno moderno y muy tentador. Todos quieren ser nacionalistas…

-A derecha y a izquierda

-Todo el espectro. Desde los "Tenientes de Artigas" hasta el grupo "Plenaria Memoria y Justicia". El que le pone un palo en la rueda al nacionalismo es Marx.

Artigas intransigente

-¿Qué rol jugó Artigas en este período?

-Artigas creó condiciones de inestabilidad política y militar en una patria ya de por sí muy frágil a la salida del Virreinato, a la salida del coloniaje. De las tres potencias colonizadoras -con Portugal e Inglaterra, dejemos a Francia-, España fue la que hizo peor su trabajo, si vamos a juzgarlo por los frutos. Las peores colonias son las colonias españolas. España no dejó desarrollarse cuadros entre sus colonos. No hay cuadros que tomen la posta. Por eso la desorientación enorme que ocurre el 25 de mayo de noche. ¿Qué hicimos? Se agarraban la cabeza. Ahora no tenemos Virrey y no sabemos funcionar fuera del virreinato. Y uno de los que no sabe funcionar en el esquema pos-virreinal es Artigas. Un hombre que no tiene ninguna aptitud política. Pero me pregunto, ¿quién tenía condición de hombre político en los años 10, 20 o 30? Tal vez haya que esperar a Rosas, que es el primero que tiene sentido político… Pero no hay cuadros que se hagan cargo de la situación. Y Artigas, que es un impolítico, puede funcionar porque todos son impolíticos.

-¿Impolítico porque es un tozudo?

-Es totalmente intransigente. Es una condición negativa de cualquier político. El político lo que tiene es la ductilidad para adecuar cada situación a la realidad que tiene entre manos.

-Y de adecuar medios a fines.

-Y Artigas eso tampoco lo hace. Es un hombre de atropello. No tiene ductilidad, no tiene sutileza política. Políticamente es un torpe. Y es un hombre de una egolatría que lo condiciona. Es un hombre que funciona a golpe de ego. El rechazo que le hace a la misión Durán-Giró por ejemplo es una muestra de egolatría. Se deja venir la invasión portuguesa encima y no se da cuenta de que Durán y Giró le traen una solución, porque Pueyrredón estaba dispuesto a poner la carne en el asador para resistir la invasión portuguesa. Y Artigas lo rechaza con esa frasecita: "No venderé el rico patrimonio de los orientales al bajo precio de la necesidad". Vendió el rico patrimonio de los orientales al peor de los compradores. Porque fue un comprador que, además, no pagó nada del patrimonio que se llevó. Estoy hablando de los portugueses primero y después de los brasileños.